¿Cómo es el proceso?

Realizada  la fertilización, se requieren aproximadamente siete días de cultivo del embrión en los que este hace su división celular y empieza a desarrollar sus estructuras. Al día siete se debe hacer una revisión, se clasifican y con los que estén aptos se realiza el proceso de congelación.

Una vez el embrión está maduro, el procedimiento de congelación se inicia con un proceso de descenso en la temperatura hasta por debajo de los -30 grados centígrados, utilizando para ello una congeladora de embriones, alcanzada esta temperatura, ya se pueden transferir a los termos con nitrógeno líquido donde deberá estar a -196 grados centígrados permanentemente.

Tal como se hace con la conservación de las pajillas, los embriones se almacenan en nitrógeno líquido y se podrán implantar cuando se tenga dispuesto un grupo de receptoras.

La congelación de embriones permite que la genética  no solamente se utilice en el lugar de origen de los animales, sino que pueda ser comercializado a nivel internacional.

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